LA QUEDADA (KDD)

ENCUENTRO | CENA | FIESTA | DESPEDIDA

LA FIESTA

Durante la cena el grupo empezó a relacionarse muy amigablemente y comenzamos a encontrarnos muy protegidos y de buen talante. Aunque no entonamos ninguna canción, Ferr se ocupaba de mantener la conversación muy viva haciendo mención de los aspectos tecnológicos mas controvertidos del IRC... que si flags por aquí... que si IRCOPs por allá... Felina también inició algunas conversaciones interesantes acerca, sobre todo, de cine. Hizo mención a esa maravillosa película titulada en castellano “El año que viene a la misma hora” quizás con el ánimo de promover una kdd anual como la que estabamos viviendo. Por otro lado pinky nos contaba acerca de sus desafortunados encuentros con las cajas de bombones en las kdds y de cómo era posible mancharse un pantalón blanco de chocolate sin darse uno cuenta.

Por mi parte, fueron varias las veces que cambié de sitio en la cena. Ahora aquí, luego allá... A todos di una copia de mi programa de ordenador “Badajoz tu Ciudad”. Este era el único regalo que traje para el grupo, además de los dos compac-disk con selecciones musicales que les regalé a Gretta y Amiga^  por sus honomásticas, ya que Gretta había cumplido el 15 y Amiga^ cumplía el 27.

Gretta nos obsequió con unos cigarrillos de Perú y unos dulces típicos de los cuales, por desgracia, no me traje ninguno a casa aunque ahora seguro podría comerme una docena. : )

Cuando el restaurante iba a cerrar nos vimos obligados a abandonar el local bajo la mirada atónita de los camareros que no paraban de sorprenderse de lo revoltosos que estábamos para ser tan mayorcitos y de la poca “etiqueta” que mostramos durante la cena.

Repartidos en coches aterrizamos en un local de ambiente sudamericano (el mercantil no-se-qué) que estaba hasta la bandera. Con unas camareras que, sin desmerecer a las señoras y señoritas que nos acompañaban, eran de quitar el hipo. No pude por menos que fijarme en una morenita delgada a la que sólo le hubiese faltado un poco más de altura para tener unas piernas imponentes y dejarme allí rindiendo a sus pies una lengua kilométrica.

El calor era insoportabe y las bebidas para ”yupis” por lo caras que estaban, pero aun así pudímos divertirnos mucho y bailar. Amiga^, Gretta, Drea_- y Lay tubieron la “desgracia” de topar en la pista con este “pisa-uvas” del 45 que, no obstante, se defendió como pudo y salio airoso, pero sudado, de la prueba.

Pinky empezó a demostrar unas cualidades para el “baile-caspa” estilo chaval de la peca muy características y no paró de bailar y bailar en todo el rato. Mi ron con lima y yo nos hicimos buenos amigos tras el baile y me consoló un poco del calor que me tenía agotadito.

En este sitio también estubimos hasta que lo cerraron. Se ve que teníamos marcha para rato. Poco a poco se fue vaciando el local y algunos amigos decidieron también que ya era hora de dejar la reunión. Era el caso de JASOTO, que me calló fenomenal pese a lo poco que hablamos. Era también el caso de Ferr y Su que se despedían con ganas de volver a repetir, y el caso de Citi, Amiga^ y Gretta que decidieron ir al hotel a descansar o a leer según el caso. Felina tambien nos dijo adiós en la puerta de este sitio donde estábamos.

Pinky, Lay, Javier3, SirNeku, Drea_- y yo resistimos aun más y nos fuimos a un bar con mucho ambiente a seguir bailando y pasando lo que quedaba de noche juntos sabiendo que estos momentos se estaban acabando. Y como no; también salimos casi cuando el bar estaba por cerrar y la gente ya se marchaba. No obstante, el rato que pasamos fue suficiente para comprobar como pinky se intentaba ligar él solito a medio disco-pub, y por poco lo consigue.

Un taxi nos llevo de vuelta a Dreita_- y a mi después de despedirnos de Lay y Javier3, de Pinky y de SirNeku, con el que, debo reconocer, me reí mucho toda la noche con sus ocurrencias. Pero en vez de irnos a nuestros respectivos hoteles, tomamos un café Drea y yo que alargamos todo lo que pudimos mientras hablabamos de la noche tan maravillosa que habíamos vivido y de la gente con la que habíamos tenido la suerte de coincidir. Fue el primer café de la mañana. El segundo me lo tomé inmediatamente después como a las ocho, adelantandome en una hora a la cita con Amiga^ que estaba ya despierta y con la que había quedado a eso de las nueve para desayunar. También pasamos un rato muy especial hablando de lo sucedido.