QL, el salto cuántico de sinclair

Para microhobby.com
2002

El año 1984 no había hecho más que empezar deparándonos grandes sorpresas: La privatización de Galerías Preciados, el nacimiento del primer bebé probeta español, el cambio de nombre de la famosa revista de cómics 1984 por el de Zona 84...

La novela "1984" fue el argumento que Ridley Scott esgrimió en el famoso vídeo de presentación del nuevo ordenador de Apple, el Macintosh, que pujaba por hacerse un hueco en el mercado frente al todopoderoso dominio del 'Gran Hermano' IBM, postergandose así las predicciones catastrofistas de George Orwell respecto de una sociedad controlada y sometida mediaticamente. En fin, estábamos en los 80.

Pero, a todas luces, lo más importante de ese año para los amantes de los ordenadores de la empresa Sinclair, fue el alumbramiento, el 12 de enero, del Sinclair QL (Quantum Leap), una máquina novedosa y el primer intento de 'tío Clive' de crear un ordenador potente y avanzado, orientado al mercado semi-profesional y a un precio de risa para entonces (399£), anticipándose y siendo capaz de competir de igual a igual con las máquinas de 16 bits que empezarían a aparecer poco después.

El QL era una ordenador repleto de buenas ideas, que contaba, entre otras cosas, con un Motorola 68008 (16/32 bits), con un BASIC especial muy parecido al PASCAL llamado SuperBASIC, un sistema operativo de morirse (el QDOS), capaz de implementar multitarea preentiva, una pantalla de 32K con una resolución máxima de 512x256 pixels, caché de lectura de los microdrives que incorporaba de serie, puerto de ampliación para tarjetas auto reconocidas por el sistema (hoy se llamarían Plug & Play), cartuchos de ampliación ROM y un nuevo teclado que acabaría por imponerse en modelos posteriores de otras máquinas de Sinclair como el Spectrum Plus y el 128.

En España fue Investrónica la encargada de la distribución del QL, y así mismo de la traducción de la extensa documentación del usuario, la ROM, y los cuatro programas de gestión (procesador de textos, hoja de cálculo, base de datos y programa de gráficos de empresa) de la casa PSION que se 'regalaban' con la compra.

La aceptación de este ordenador por parte de los usuarios fue razonable, llegando a tener un buen nivel de ventas, pese a sufrir ciertos problemas técnicos en su lanzamiento que impidieron disponer de modelos completamente acabados hasta bien entrado abril de ese año, generando cierto recelo en la adquisición de este producto.

Dicho asunto, unido a las circunstancias económicas por las que pasaba Sinclair tras las pérdidas de capital invertido en proyectos como el TV80 (un tipo de televisor en miniatura), y el C5 (un modelo de coche eléctrico), pusieron en bandeja a Amstrad la adquisición de todos los derechos de distribución y venta de las máquinas Sinclair dos años después, en 1986, cerrando definitivamente las puertas al QL, que era, sin duda alguna, un competidor directo de los CPC 6128 y PCW 8256 de la compañía de Alan Sugar.

Tony Tebby, uno de los diseñadores del ordenador, intentó comprar los derechos a Amstrad, pero el precio era abusivo, y optó por tomar otras vías, naciendo el proyecto QLT (que suena muy parecido a 'quality' en inglés) posteriormente llamado FUTURA, una máquina mucho más avanzada y que nada tendría que ver con Sinclair ni Amstrad... pero que nunca vio la luz, no ocurriendo así con productos de otras compañías que consiguieron poner en el mercado maquinas como el Thor de CST, de tintes verdaderamente profesionales, el OPD de ICL, una de tantas rarezas como hay en la vida, y muy recientemente el Q40 y Q60 de D&D Systems, compatibles con el original y que son capaces de nuevos logros técnicos y de correr otros sistemas operativos como Linux.

Resulta curioso como se cierra el circulo sobre esta máquina en nuestos días, ya que el QL fue un ordenador que marcó definitivamente a Linus Torvalds (el creador del núcleo de Linux e impulsor de esta revolución), quien aprendió todo lo que sabía de código máquina en él, y ahora, con los modelos Q40 y Q60, ambos sistemas operativos (el QDOS y el Linux) se dan la mano.

Poseer un QL resulta algo así como tener un pequeño pedazo de la historia de la informática personal adelantada a su tiempo, ya que 11 años antes de la aparición de Windows 95, nada tenía que envidiar a los sistemas operativos de Microsoft, sistemas que han dado muestra indiscutible de ser capaces de reinventar la rueda. No obstante, conseguir un QL hoy no es tarea fácil, si bien en ebay aparecen pujas cada dos por tres y puede intentarse obtener uno con mayor o menor 'fortuna'. Por suerte, existen emuladores para todas las plataformas, y la calidad de estos es excepcional en todos los casos. Te animo a que los pruebes y opines por ti mismo, pero te advierto desde ya que el QL no es ni por asomo parecido al Spectrum, y sus programas no sirven para él, por lo que deberás informarte bien antes de hacerlos funcionar.